Si has pensado que tus hijas o hijos necesitan un tratamiento de ortodoncia o comúnmente conocido como tratamiento de “frenillos”, es importante conocer algunos aspectos antes de iniciar este tratamiento, para así tener mayor información y que se lleve a cabo un tratamiento dental sin inconvenientes.
Si has pensado que tus hijas o hijos necesitan un tratamiento de ortodoncia o comúnmente conocido como tratamiento de “frenillos”, es importante conocer algunos aspectos antes de iniciar este tratamiento, para así tener mayor información y que se lleve a cabo un tratamiento dental sin inconvenientes.
Primero, es necesario saber que la alteración de la mordida o el ordenamiento de los dientes se denomina anomalías dentomaxilares. Estas anomalías pueden iniciarse desde muy temprana edad y son la principal causa por la cual se busca un tratamiento de frenillos para las niñas y niños.
Segundo, es relevante entender que la edad para comenzar este tratamiento no es un aspecto menor, ya que desde el momento que nuestros hijos empiezan a morder podemos ver si sus dientes engranan de modo correcto o no. Esto se observa desde el primer año de vida, edad en la que en promedio niñas y niños ya tienen en boca sus dientes incisivos temporales o de leche, los cuales sumados a los molares temporales, que emergen en boca posteriormente, son en total 20 dientes. Si en este momento su mordida está alterada, con mordidas invertidas en sus dientes anteriores o posteriores, debemos llevarlos al odontólogo general o al especialista en ortodoncia para que evalúe su mordida, haga un completo examen intra y extraoral y luego un diagnóstico de la anomalía dentomaxilar. Esta anomalía puede ser sólo de los dientes o también involucrar alteraciones esqueletales, es decir, alteraciones del hueso maxilar o la mandíbula que provocan un crecimiento diferente de la cara y alteran así la mordida de los niños.
También es frecuente que se consulte al ortodoncista a partir de los 6 años, edad en la que las niñas y los niños ya tienen dientes definitivos, los cuales pueden estar separados, girados, apiñados o “chuecos” y es un motivo de consulta frecuente por parte de los padres.
¿Cómo se inicia el tratamiento?
El tratamiento se inicia tomando radiografías, las cuales son fundamentales para complementar el diagnóstico. Se puede observar en ellas toda la dentición presente en la boca, la evolución de los dientes que aún no han emergido, si hay algún diente ausente que no se ha formado, algún diente adicional que esté alterando la erupción normal de los otros o la posición de los caninos o “colmillos” que son muy importantes para lograr el equilibrio de la mordida.
Luego, se debe indagar en la salud general de la niña o niño, si tiene alguna enfermedad que altere, por ejemplo, el metabolismo óseo. Posteriormente, se deben eliminar las infecciones orales, esto es, la eliminación de las lesiones de caries y la inflamación de las encías en la cual hay enrojecimiento y sangrado al cepillado, para así iniciar un tratamiento de ortodoncia con una boca sana.
El tratamiento de frenillos puede comenzar tanto con aparatos removibles, que el niño se retira diariamente para dormir, como con aparatos fijos, que son los frenillos clásicos cementados a los dientes. El tiempo de duración es variable dependiendo de cuál es el diagnóstico inicial del paciente. Algunos casos complejos pueden durar varios años, siendo necesario complementar algunas veces con tratamiento quirúrgico.
Los cuidados durante todo el tratamiento de ortodoncia son, primero, asistir a todas las citas del odontólogo ya que se debe evaluar mes a mes el cambio en la posición de los dientes. Segundo, realizar un cepillado dental acompañando a los niños, ya que esta aparatología es un factor de riesgo ya que puede retener mucha comida o placa bacteriana y provocar más caries dental si no hay una correcta higiene oral, por lo tanto, a veces es necesaria la ayuda de un adulto para guiar el cepillado dental. En los adolescentes es indispensable enseñarles cómo higienizar correctamente los dientes y aparatos, lo cual evitará que se inflamen las encías y sangren al cepillarse. Es recomendable utilizar diariamente enjuague dental con flúor para proteger el esmalte dental y así no se produzcan lesiones de caries adicionales al finalizar el tratamiento de ortodoncia.
Sin duda el tratamiento de ortodoncia otorgará muchos beneficios a tus hijas e hijos ya que mejorará la estética, función y calidad de vida de ellos.
Material realizado por Ma. Angélica Michea Rivera. Cirujano Dentista.
Fuentes:
Cueto A. et al. Prevalencia de Anomalías Dentomaxilares y Necesidad de Tratamiento en Adolescentes. Int. J. Odontostomat 2017;11(3): 333-338.