Desmotivación académica en periodo de pandemia. Estrategias para afrontarlo

Para muchos padres, si bien ayudar a sus hijos con las tareas escolares era una actividad habitual, hoy la demanda de atención que esto requiere ha hecho que se sientan desbordados, luchando por generar condiciones que favorezcan el proceso de enseñanza-aprendizaje desde el hogar. En definitiva, no se trata de cuanto sepan los padres sobre las diversas asignaturas, sino de la capacidad de alimentar en sus hijos el deseo de aprender.

Debemos considerar que el sistema nervioso de los niños, en contexto de pandemia, está pasando por muchos cambios y exigencias, generando en ellos estrés, ansiedad e incertidumbre. Todo esto de forma inevitable interfiere en su aprendizaje, conducta y respuestas emocionales. Los niños/as pueden presentar también dificultades o retrasos a nivel cognitivo, lo cual se traduce en que nuestro hijo/a no está aprendiendo lo que se espera para su rango etario, se le dificulta concentrarse o disminuye considerablemente su rendimiento escolar. Lo anterior se acompaña por un rechazo escolar o desmotivación en cuanto a sus obligaciones académicas, convirtiéndose hoy en todo un reto el lograr motivarlos en su proceso educativo.

¿Qué se espera de los padres durante este proceso?

El rol de madres y padres ante el aprendizaje de sus hijos determina en muchos aspectos si este será un camino fácil y productivo o más bien complejo y duro. Es imperante señalar que una actitud demasiado exigente, poco motivadora y desentendida hará que al niño le cueste mucho más enfrentarse al escenario de aprendizaje en casa. De acuerdo a la opinión de los expertos, debemos evitar las siguientes conductas: No debemos realizar sus tareas, premiar cada una de sus notas, resolver todo por ellos, imponerles nuestro modelo educativo, exigirles de sobre manera generando frustración, o bien no mostrar interés en sus actividades escolares o peor aún, utilizar los deberes escolares como castigo. Todas estas conductas perjudicarán el desarrollo escolar y motivación de cualquier niño/a.

Por otra parte, en lo que sí debemos enfocarnos, y se espera que hagamos: Identificar sus emociones y sentimientos en relación con las tareas escolares durante el periodo de confinamiento, que logremos afianzar los lazos con los docentes, fijando y pauteando horarios de consulta con ellos/as ante cualquier duda. Se espera que logremos identificar de manera precisa, cuáles son las actividades diarias y escolares de los niños, conociendo sus tiempos, modos y recursos para resolver sus actividades, valorando la importancia de generar espacios donde aparezca la organización, los hábitos y la rutina diaria y fundamentalmente que fomentemos poco a poco su autonomía. Debemos aprovechar también esta situación para fomentar la autoestima de nuestros hijos e hijas, teniendo en consideración que una de las aristas de ésta es la autoestima académica, que considera su autopercepción y autovaloración en relación con su capacidad de aprender, que influye directamente en su percepción y actitud hacia el aprendizaje y el logro académico. Esto influye no solo en el rendimiento académico, sino también en la salud, calidad de vida y nivel de bienestar general.

¿Qué dicen y proponen los estudios realizados a la fecha?

A la fecha se han generado diversas recomendaciones y pautas que pueden ser beneficiosas para motivar el proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestros hijos desde el hogar. Una de las aristas principales y que ha sido ampliamente documentada es la importancia del apoyo familiar, pues se ha demostrado el impacto favorable que generan las expectativas positivas hacia los hijos en el logro educativo, también la importancia de los estilos de crianza en el aprendizaje y la influencia positiva de entornos familiares que favorecen la autoeficacia, confianza del niño en la propia capacidad para lograr los resultados que pretende, y la autoestima de sus integrantes.

Resultados de un estudio realizado recientemente en España, arrojan que el 37 % de los estudiantes creen tener dificultad para aprender sin la presencia física del docente, mientras que el 26% presenta dificultad para cumplir con los trabajos con tiempo límites, debido a que no tendrían incorporada la autodisciplina que se requiere para trabajar en este contexto vía online, la cual debe ser fomentada desde el hogar. Múltiples son los estudios que señalan que la falta de apoyo de los padres puede ocasionar desinterés, desmotivación y un bajo rendimiento académico. Difícilmente obtendremos buenos resultados amenazando, gritando, castigando, exigiendo u obligando a nuestros hijos a realizar sus tareas, siendo un mejor camino el enseñarles a pedir ayuda, jugar, abrazar y acariciar, siendo trascendental dentro de este periodo regular nuestras expectativas, separando sus logros de los nuestros como padres.

¿Cómo crear un plan de estudio en casa?

Es recomendable que el niño/a en conjunto con sus padres, logre generar un plan de estudios que le ayude a gestionar su tiempo en función de sus necesidades.

En primer lugar, debemos armar rutinas diarias en la casa, con actividades que permitan a los niños anticiparse en que es lo que tienen que hacer. En segundo lugar, debemos crear un organigrama, eligiendo un formato útil para la familia, este debe contener los siguientes puntos: a) Apuntar las fechas clave, b) Determinar objetivos diarios, c) Establecer un horario que implique una hora fija de estudio diario, instaurando descansos de 10 minutos entre las actividades a desarrollar, y por último d) Distribuir el tiempo de estudio, acorde a la complejidad de las asignaturas.

En tercer lugar, debemos asegurarnos de que el niño cuenta con todo lo necesario para realizar las tareas por sí mismo: haber entendido la consigna, elementos adecuados y un espacio físico favorable. En cuarto lugar, debemos reducir la cantidad de detalles en una explicación de un tema, evitando confusiones. A medida que los niños avanzan en la consecución de logros, podemos ampliar los tiempos de trabajo individual. Finalmente, una vez que los hábitos de estudio se han adquirido, debemos retirar paulatinamente los apoyos dados a los niños y favorecer su autonomía, pues al tomar más responsabilidad para controlar el progreso de su tarea, aumenta su interacción volviéndose más competente.

Al lograr la participación de los padres en la ejecución de las tareas, esto demuestra el interés, tiempo y apoyo proporcionado a sus hijos/as en el proceso de aprendizaje, al mismo tiempo los hijos se sienten motivados, su rendimiento será mejor y su actitud positiva le permitirá enfrentar estos momentos difíciles de confinamiento social por la pandemia.

Material elaborado por Psicóloga Natalia Hinojosa Montecino, Magíster en Psicología Clínica, diplomada en Psicoterapia Sistémica Infanto-Juvenil y con formación en Psicoterapia Sistémica, Terapia Centrada en Soluciones.

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